La consabida firma de ejemplares al final de la presentación, con una que otra sorpresa para Álvaro a juzgar por su expresión.
El final de la lectura de Aurora Cano
Juan Villoro a punto de probar la famosa Leche de Pantera, de la que sólo había escuchado la leyenda
La buena Astrid, Andrés Ramírez y amigo que le acompaña
Nicolás Alvarado y Aurora Cano, ya armados con sus leches de pantera, de las gargantas aguerridas que no se fueron por la vía fácil del vino tinto.
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2 comentarios:
Llego vía Midori a tu blog, llevo un buen rato en él.
Te cuento una anecdota de don Jorge Herralde ya que veo que tienes nexos con su editorial y para mi, fue una muestra de grandeza y señorío.
Yo, escribí a Anagrama, solicitando que me informaran el conducto por el cual pudiera conseguír un DETECTIVES SALVAJES del maestro Bolaño, en su estado primigenio, que no se consigue en México, tamaño justo, gris palido, Narrativas Hispánicas. Cual fue mi tremenda sorpresa que volvió un correo de Don Jorge en que me pedía mi dirección y sin más, me mandó un ejemplar sin ningún costo, con su tarjeta personal, donde escribía: "afectuosamente" ... Tremendo señor, Tremendo editor. Desde 1996, el noventa por ciento de los libros que leo son Anagrama, con este detalle, no me canso de publicitarlos, regalarlos (a la fecha he regalado 18 ejemplares de DETECTIVES SALVAJES y 12 de LA ENFERMEDAD de Barrera Tyszca)y sobre todo leerlos.
SALUDOS DESDE LAS ALTURAS DE LA LITERATURA.
hey, no hay manera, Arcángel Gabriel, de que me hagas un milagrito y me manden uno de esos a mí también? o de plano, sacrifícate por este mortal y pásame el tuyo, no? jajajajja vale, linda anécdota de Herralde.
Un abrazo, Paola.
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